Parafraseando la mítica canción, para ser un buen revisor es requisito indispensable tener un comportamiento ético. Pero, ¿en qué consiste el comportamiento ético del revisor?, ¿cuáles son los compromisos que debe asumir?
Evidentemente, siempre deberá conocer y aceptar el código ético de la revista para la que realiza la evaluación y, por ende, las normas para revisores (COPE). Podemos resumir los compromisos éticos en honestidad, neutralidad, confidencialidad, huir de los conflictos de intereses, respetar los tiempos y ser constructivos en los planteamientos del dictamen. Analicemos los comportamientos con más detalle.
El revisor debe ser honesto a la hora de realizar sus aportaciones. Debe asumir que su papel, determinante, es ayudar tanto a la revista como a los autores. Por ello, deberá tener vocación de divulgación científica. Esta honestidad le debe conducir a hacer un análisis crítico y constructivo, proponiendo los cambios que, entiende, mejoran el trabajo. En este sentido, si propone nuevas fuentes de consulta, deberán ser las relevantes, fundamentales y pertinentes. Con la importancia que en la actualidad tienen las citas para cualquier investigador, en demasiadas ocasiones hay revisores que caen en la tentación de autororponerse como autores a citar para mejorar su posición. Sin duda, un comportamiento nada ético, especialmente cuando no se trate de textos de referencia y directamente relacionados con la temática del artículo.
Y honestidad también para no aceptar hacer una revisión cuando se identifica la autoría y este hecho puede influir, positiva o negativamente, en el dictamen. Los revisores deben asumir el compromiso ético de huir de cualquier conflicto de intereses.
La ciencia no es nada sin la neutralidad. Por ello el revisor debe serlo en todo momento. Huir de los juicios personales, así como estar atentos a posibles plagios parciales o totales del texto a evaluar forma parte de la labor de revisión.
Confidencialidad. Los revisores deben respetar que el texto al que tiene acceso no está publicado, por lo que, sea cual sea su dictamen, deben respetar los derechos de autoría y no difundir de ninguna manera esos contenidos, ni realizar ningún tipo de valoración más allá de la realizada oficialmente durante el proceso de revisión.
Para terminar, dos aspectos también fundamentales, como son adaptarse y respetar los tiempos establecidos para la revisión; así como ser muy respetuoso en la valoración realizada, hacer una crítica siempre constructiva, incluso cuando se esté rechazando, con argumentos fundamentados, el texto.